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En la reforma integral de esta vivienda se buscaban dos objetivos principales que serían los que determinarían la distribución y la elección de acabados: Por un lado la búsqueda de luz natural y por el otro la atemporalidad. Viendo que nos encontrábamos con la clásica tipología de vivienda del Casco Antiguo de Pamplona (pasillo alargado y huecos a ambos lados) intentar que la luz natural llegase a cuantos más puntos de la casa era esencial. Para ello, se invierte la distribución, se eliminan todas las compartimentaciones existentes y se divide la casa en dos zonas. Zona de día, un espacio amplio donde poder estar, comer, jugar y trabajar orientado al sur; y la zona de noche, mirando al norte y mucho más compartimentada.
Buscando esa atemporalidad en los acabados, se opta por dejar los materiales al natural, y se pone en valor lo preexistente. Para ello, se visibiliza toda la estructura de madera y se descubre una pared de ladrillo que recorre toda la vivienda, como una espina que vertebra la casa. Para los nuevos materiales que se insertan, la madera como material predominante, ya que cumple con los objetivos marcados: nobleza, naturalidad y atemporalidad. Vemos la madera en toda la estructura de la vivienda, en el suelo de roble, la cocina, y como acabado en varios paramentos como son los recercados de las ventanas y el panel perforado.
Año: 2019- 2020
Lugar: Casco Antiguo Pamplona
Superficie: 120 m2
Presupuesto aprox: 80.000 euros
Fotografía: Jorge Tellechea